En el relevamiento anual relativo al lanzamiento de la campaña fina, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires anticipan una expansión de la superficie a destinarse a los cultivos de invierno. En lo que respecta a trigo, el incremento en la siembra nacional sería del 3,3% a 6.300.000 has.
En la porción norte del país, la recomposición de los perfiles a niveles prácticamente óptimos da la pauta de que este cultivo vuelva a abarcar un área que se aproxime a los máximos de la zona. Si nos desplazamos hacia el centro – este agrícola, es de preverse una reducción en el número de hectáreas, que podría atenuarse únicamente si se terminan concretando precipitaciones regulares en el corto plazo.
La baja sería notoriamente más pronunciada en la zona núcleo, es decir, hacia el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba. Por otro lado, hacia el sur del área agrícola, los perfiles cuentan con muy buena humedad para realizar los barbechos de fina, con perspectivas favorables para ampliar la superficie a sembrar.
De cumplirse la superficie en intención y teniendo en consideración rendimientos de tendencia, la producción nacional está en condiciones de alcanzar unos 18.000.000 tn. Dicho volumen daría paso a una recuperación productiva del 45,2% en comparación a la campaña 2022/23, severamente afectada por las deficiencias de humedad.
Paralelamente, no se aguardan variantes en la cantidad de hectáreas dedicadas al cultivo de cebada con 1.300.000 has. a nivel país. De no mediar dificultades que interfieran en el desarrollo agronómico, hace posible alcanzar una producción tentativa de 5.000.000 tn.