La primera quincena del mes aportó un abultado caudal de precipitaciones en el núcleo productivo que se tradujo en una significativa mejora en los almacenajes de humedad. En las provincias del norte, la oferta hídrica se ha incrementado en mayor proporción, al punto de generar áreas con excesos de humedad.
A grandes rasgos, en el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires, sudeste de Córdoba y oeste de Entre Ríos, se relevan condiciones muy buenas. La mejora hídrica tiene incidencia directa en la soja (de primera) que atraviesa las etapas reproductivas, es decir, aquellos lotes que fueron implantados en fechas tempranas. En tanto, los cultivos más demorados se encuentran en floración y, si nos referimos a los cuadros de segunda, fundamentalmente se encuentran en el período vegetativo.
El oeste del área agrícola, abarcando gran parte de Córdoba y San Luis, ha sido la última región en lograr revertir las deficiencias de humedad. Recordemos que, hasta mediados de diciembre, la distribución de las lluvias había sido algo limitadas, de forma tal que la reposición hídrica se daba de forma parcial. Hacia el NEA y norte de Santa Fe se reportan buenos nacimientos y un estado general adecuado. Todavía quedan determinadas zonas con lotes anegados, que no presentarían dificultades para el desarrollo de la planta.
En el gráfico posterior visualizamos la calificación de cultivo elaborada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, indicando que el 45% de los cultivos muestran buenas y excelentes condiciones. Esta medición la identificamos en la sección superior y, recientemente, exhibió un retroceso a raíz de las hectáreas sembradas en el norte del país. Además, observamos la proporción de lotes en estado regular a malo que, a la fecha, representan el 8% del total.