Soja 24/25: El bloque sudamericano apunta a un récord de 237 mill.tn.

El desempeño de la campaña sudamericana acapara el eje de atención en la operatoria de soja, con reiteradas novedades que auguran un escenario holgado de producción, traccionado por el formidable crecimiento de Brasil. En esta oportunidad, los productores brasileños marcarían la 18° expansión consecutiva en la superficie sembrada con algo más de 47 mill.has, delineando un volumen potencial cercano a las 170 mill.tn.

Las cosechas en conjunto que aportarían los países productores del Cono Sur – tal como se expresan en la gráfica visualizada al pie del presente reporte – explicarían cerca del 56% de la producción mundial. Las proyecciones citadas se basan en las tendencias de área, pérdida de hectáreas en niveles promedio y rendimiento para cada uno de ellos. Brasil, Paraguay y Bolivia ya prácticamente completaron la siembra, seguidos por Argentina que ha cubierto cerca del 70% de las hectáreas previstas y, finalmente, Uruguay que se encuentra en pleno proceso de implantación.

Con una proyección preliminar de 236,91 mill.tn. se aguarda un crecimiento anual del 10,0% y, de concretarse, señalaría una oferta récord en el continente sudamericano. En simultáneo, resultaría un 21,3% superior a la producción promedio de las cinco campañas precedentes. En términos de volumen, Brasil explica el 70% de la cosecha, seguido bastante más de lejos por nuestro país, que participaría de un 22%. En tercer lugar, mencionamos a Paraguay con el 5% del volumen, mientras que el 3% restante obedece a la suma de Bolivia y Uruguay.

Es muy notoria la retracción de Argentina a lo largo de estos últimos años respecto a los proveedores vecinos, siendo el único país cuya producción de soja ha quedado estancada. Si analizamos la evolución de las cosechas desde el ciclo 2015/16 hasta 2023/24 (sin tener en cuenta las proyecciones de la campaña 2024/25) se corrobora una reducción del 9,8% en la producción argentina. Muy por el contrario, en igual período analizado, los países vecinos incrementaron su producción, claramente con precios domésticos más favorables: Brasil expandió su cosecha en un 54,4%, Paraguay un 9,6%, Uruguay un 41,6% y Bolivia un 18,4%.