Contemplando el patrón de precipitaciones ocurrido desde mediados de mes hasta la fecha, se reduce notablemente el contraste hídrico entre las provincias norteñas y el resto del territorio agrícola.
Por un lado, las recargas de humedad observadas en la región NEA y el centro – norte de la Mesopotamia, en donde prácticamente se suprimieron las hectáreas bajo déficit hídrico. Actualmente, estos campos pasaron a contar con reservas escasas o regulares dependiendo la zona, un cambio que ha llegado algo tarde para la mayor parte de los cultivos de la gruesa. Incluso se relevan excesos hacia el este del NOA, especialmente en la provincia de Salta.
Mientras tanto, la saturación de los perfiles ha ido cediendo en la mayor parte del centro y sur, por lo que predominan los almacenajes óptimos en Córdoba, centro – sur de Santa Fe, centro – sur de Entre Ríos, sur de San Luis y las provincias de La Pampa y Buenos Aires. No obstante, aún persisten áreas con dificultad de drenaje, con problemas de anegamiento, en el sudoeste de Buenos Aires (Bahía Blanca y alrededores) y, en menor medida, en áreas muy acotadas de la franja central.