La siembra de planteos tardíos y de segunda toma impulso en diversas regiones del país y, en efecto, se readecúan las proyecciones de superficie nacional. Los monitoreos usuales dan cuenta de la ínfima presencia de chicharrita, es decir, aquella plaga transmisora de la bacteria spiroplasma, que arrasó con los cultivos de maíz de la campaña 2023/24. El panorama agronómico, sumado a los márgenes relativos presupuestados, conduce a una retracción más moderada del área prevista para este ciclo 2024/25.
Es así como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires elevó su cálculo de maíz en 300.000 has. a 6,60 mill.has. Como contrapartida, modera la expansión de siembra adjudicada a la soja, introduciendo un recorte de 200.000 has. a 18,40 mill.has. El pasaje de hectáreas de la gramínea a la oleaginosa se reduce notablemente, frente al cambio de escenario respecto al observado en la etapa inicial de la siembra gruesa.
La tendencia declinante de los precios de la soja (a cosecha fundamentalmente) ha comprimido significativamente los márgenes de rentabilidad, motivando la elección de cultivos alternativos en determinadas regiones. De esta manera, se revisa el potencial de producción para los principales cultivos de la gruesa a 50,00 y 50,60 mill.tn. por maíz y soja respectivamente.