La falta de precipitaciones permitió proseguir a buen ritmo con la cosecha de maíz tardío y de segunda ocupación, manteniendo un claro adelanto en relación a la marcha usual. En línea con lo corroborado en semanas previas, los resultados agronómicos recayeron dentro del rango de las expectativas. Se ha ido asimilando el impacto ocasionado por la plaga “spiroplasma” y, en menor proporción, el estrés termo – hídrico ocurrido principalmente en el norte de Santa Fe y el NEA.
Por otra parte, sobre el centro – sur de Buenos Aires, se evidencia una reducción en la humedad en grano (tras los vientos provenientes del sur y el retorno de las heladas recientes) y abrió paso a una expansión de la trilla. Hacia el centro de la provincia se observa un progreso de cosecha del 88,5%, mientras que hacia el sudoeste y sudeste de ha completado el 79,6% y 71,2% respectivamente.
En lo que respecta a Córdoba, las labores se encuentran prácticamente concluidas hacia el centro – norte. Se apuntaría a un rendimiento promedio de 53,6 qq/ha, un dato algo más optimista del evaluado hace unas seis semanas, cuando comenzaron a llevarse a cabo las recolecciones. Si nos desplazamos hacia el sur de la provincia, la afectación por chicharrita ha sido mucho más limitada y el rendimiento medio (incluyendo ciclos tempranos) se inclinaría a 77,9 qq/ha.
En este contexto, resta por levantar aproximadamente un 8,0% de la superficie calculada a nivel nacional. En el mapa posterior podemos visualizar los avances de cosecha para cada una de las regiones agrícolas, junto a la incidencia de cada una de ellas en la producción. Además, un volumen estimativo de la cosecha materializada a la fecha, contrastándose con igual fecha del año pasado.