En el sur de Corrientes, la familia Zeni realiza ganadería, producción forestal e industrialización de la madera con productos que se venden al exterior.
En el sur de Corrientes se desarrolló una empresa que combina la cría y recría con la forestación y la industrialización de la madera. Además, la familia Zeni creó la cabaña La Victoria, que obtuvo varios premios en exposiciones. Logran producciones de carne superiores a la media zonal y los productos del aserradero se exportan a Estados Unidos.
La empresa fue fundada en 1940 por Enrique Zeni operando inicialmente como corredora de granos, que luego se agrandó en ganadería, forestación, industrialización de la madera y mercado de capitales que le presta apoyo a clientes del corretaje. Actualmente está liderada por Carlos Zeni, hijo de Enrique, y sus tres hijos.
Si se maneja adecuadamente el modelo silvopastoril, las especies forrajeras, tanto perennes como anuales, se comportan de la misma manera que a cielo abierto. Asimismo, al ser menor la insolación dentro de los montes, disminuye la demanda de humedad en los primeros estratos del suelo y por lo tanto, la evapotranspiración.
“En la empresa, además de la producción forestal clásica, se industrializa la madera. Este proceso exigía crecer en hectáreas forestadas, pero no queríamos restar áreas a la ganadería. Entonces fuimos a ver lo que hacía Jorge Esquivel, un especialista en sistemas silvopastoriles, en Misiones y norte de Corrientes, para adaptarlo a nuestra zona. Así desarrollamos un sistema que da sombra en verano y reparo en invierno, en el que la hacienda puede elegir donde estar”, rememora Martín.
La forestación tiene como base de especies al pino híbrido (una combinación de pino tropical con otro de zonas templadas). Tiene ramas muy finas y formato muy poco cónico, adecuado para ser procesado en el aserradero.
“Los árboles cortados producen rollos que primero se convierten en tablas y luego en molduras que se exportan a Estados Unidos”, indica Rasines. Las tablas secas se cortan en trozos eliminando los nudos; una vez cumplido ese proceso se vuelven a unir para formar molduras (zócalos, marcos de puertas y ventanas, etc.) que se embarcan casi 100% al país del norte, por las ventajas argentinas en el costo de la mano de obra y ritmo de crecimiento de los montes cultivados.
Un subproducto de la industrialización es el pellet de aserrín, una fuente de energía renovable para calderas, cuyo destino principal son los países europeos, donde se presta mucha atención a la economía del carbono y donde puede reemplazar el fueloil y otros combustibles derivados del petróleo.
La huella de carbono es un aspecto que se cuida mucho en la empresa de los Zeni. Como compañía, el total de las unidades tienen huella de carbono negativa, es decir capturan más carbono del que emiten. “El corretaje, la ganadería, el mercado de capitales y la industria de la madera emiten dióxido de carbono, pero son compensadas con la captura que realiza la totalidad de las plantaciones forestales de la empresa”, detalla Rasines.
Hacia adelante aspiran a alcanzar mayor captura de carbono e intervenir en el mercado de bonos. Este mercado está tomando desarrollo: hay bonos de distintas calidades y diferente valor; en la empresa han contratado una consultora para generarlos con las plantaciones forestales.
Cabaña premiada
En el campo de los Zeni también se desarrolla la cabaña La Victoria, que en los últimos diez años trabajó muy activamente en la selección genética para la mejora de los rodeos y la venta de reproductores, con Diego Grané como asesor de selección y Select Debernardi y otros centros como proveedores de genética para inseminación artificial y toros de repaso. Utilizan trasplante embrionario, que permite avanzar muy rápido en el mejoramiento, y todas las técnicas de selección de punta para el mejoramiento bovino.
“En 2023 ganamos el Gran Campeón Ternero Macho Brangus de La Exposición Nacional de Corrientes y fuimos una de las cabañas visitadas durante el Mundial de esa raza. También obtuvimos por primera vez la gran campeona Hembra Brangus en Palermo, en sociedad con otra cabaña amiga”, indica. El plan comercial de cabaña La Victoria contempla tres remates durante el año, en los que se comercializan los mejores ejemplares logrados, además de la participación en exposiciones nacionales y provinciales.
Hacia adelante planifican aumentar la cantidad de hectáreas forestadas, la producción silvopastoril y la exportación de manufacturas de madera mejorando genéticamente los rodeos, en un contexto de cada menor huella de carbono y con el concepto de economía circular.
Por Carlos Marin Moreno (13 de octubre de 2024). “En 32.000 hectáreas: el exitoso modelo de una empresa agropecuaria para hacer que todo funcione” – La Nación