Los valores de la soja han reforzado su tendencia declinante en el frente externo, al punto de negociarse en mínimos de prácticamente unos cuatro años y testeando los 350 U$S/tn en la plaza de CME. Tomando como parámetro únicamente los últimos dos meses, podemos verificar una depreciación de unos 87 U$S/tn (-19,9%) en las primeras posiciones.
La conformación de la cosecha estadounidense, con un desarrollo más que propicio de los cultivos, afianza la expectativa de un panorama cada vez más alentador en términos agronómicos. La reciente publicación mensual del Departamento de Agricultura de EE.UU. señaló que su país apunta a una producción récord, elevando su proyección de cosecha nacional de 120,70 a 124,90 mill.tn. En base al monitoreo llevado a cabo semanalmente, el USDA elevó su previsión de rendimiento nacional de 35,0 a 35,8 qq/ha y da claras señales de un trayecto hacia una campaña exitosa.
En el ámbito local, a poco más de un mes de haberse concluido la trilla, los stocks de poroto pendientes de comercializar ascienden a 25,90 mill.tn. En base a los precios FOB de exportación, representa una valuación total de U$S 10.335 millones. Si comparamos este mismo remanente, hace unos dos meses, implicaban en poco más de U$S 11.600 millones. Se evidencia una pérdida significativa para el productor, con márgenes a la baja, a pocas semanas para se den curso a las primeras labores de la siembra gruesa 24/25.
El complejo de la soja es más que relevante para las exportaciones de nuestro país, por la participación que presentan las ventas externas de los subproductos agroindustriales, como son la harina y el aceite. A fin de contextualizar, tomando como referencia la principal plaza granaria del mundo, visualizamos la evolución del mercado del poroto para los últimos quince años: