Soja 23/24: Las ventas a precio toman impulso y bordean las 9,00 mill.tn.

La aceleración en los trabajos de cosecha y el repunte exhibido en los mercados internacionales motivaron una reactivación de las ventas de soja a precio y, en menor medida, fijaciones de negocios concertados con anterioridad. Así se evidencia una disminución del atraso en la dinámica comercial, situación que se había consolidado en el transcurso de abril y primeros días de mayo.

Actualmente, los negocios a precio ascienden a 8,94 mill.tn. y derivan en un “pricing” del 17,7%. Este guarismo resulta inferior en unos 12,6 puntos porcentuales en comparación al año pasado, aunque no sería una campaña de referencia dada la severa sequía que golpeó duramente la producción. En simultáneo, acortó sustancialmente el diferencial con la campaña 2021/22, ubicándose en apenas 1,7 puntos. Respecto al ciclo 2020/21, se indica una demora significativa, de unos 12,0 puntos. Para más detalles, acceder a la gráfica ubicada al pie del presente reporte.

A su vez, no debemos omitir que la campaña 2023/24 apunta a una recomposición productiva y, más allá de que aún restan lotes por trillar y pueden presentarse revisiones en las estimaciones, la cosecha nacional estaría concluyendo en 50,50 mill.tn. De confirmarse, implicaría el volumen más alto desde el ciclo 2018/19. En las campañas posteriores, la producción no logró sobrepasar el umbral de las 50,00 mill.tn.

En términos de volumen, durante las últimas cuatro semanas, prácticamente se duplicó el monto comercializado a precio e incluso recientemente superó al nivel del año 2022. En el trayecto de mayo, las ventas a precio mostraron un promedio semanal de 1,24 mill.tn. frente a las 427.000 tn. observadas en el mes de abril.

Por otra parte, a los negocios pactados a precio o ya fijados, debemos añadir otras 9,29 mill.tn. vendidas bajo la modalidad “a fijar” y que aún no cuentan con precio en firme. De esta manera, el total comprometido asciende a algo más de 18,10 mill.tn.

Finalmente, este panorama se tradujo en un mayor transporte de mercadería hacia el Gran Rosario, reflejado en un incremento en el ingreso de camiones hacia las terminales portuarias.