Sobre las provincias norteñas, los cultivos de trigo atraviesan las etapas de macollaje a espigazón según zona, e incluso ya se verifican lotes que comienzan el llenado de grano. En la medida que nos trasladamos hacia el este, fundamentalmente en la región NEA, se consolidan los requerimientos hídricos, dadas las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones que rigieron en las últimas cuatro semanas. Algunos cuadros se tornan más amarillentos y se ralentiza el desarrollo de la planta.
Se han incorporado aproximadamente unas 690.000 has, es decir, un 9,5% por encima de la superficie destinada en la campaña anterior. El incremento registrado en la región NOA compensa con creces a la retracción observada en el NEA. En conjunto, la porción norte tiene una incidencia del 11,0% en el total implantado, frente al 10% observado la campaña anterior.
Los productores del centro – norte santafecino también han expandido el número de hectáreas destinado al cereal, en aproximadamente un 20% respecto al año pasado. En líneas generales, los cultivos presentan un buen estado – macollando y los más tempranos arrancando a encañar – más allá de la constante disminución en los perfiles edáficos. Ha ido mermando la cantidad de hectáreas bajo condiciones hídricas óptimas, que pasaron niveles de regulares a adecuados.
Hacia la franja central, las labores de cobertura lograron efectuarse en tiempo y forma, a excepción de algunos sectores del sur de Córdoba, en donde quedaron lotes sin sembrar. Desde mediados de julio, los episodios de lluvias han sido cada vez más espaciados y modestos en cuanto a su intensidad. En simultáneo, las condiciones ambientales se asemejaron a la estación primaveral (hasta este miércoles 16/08) reflejándose en una sucesión de días con temperaturas elevadas para la época invernal.
En estas circunstancias, en campos del sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba y, en menor medida, norte de Buenos Aires, comenzaron a reportarse lotes con síntomas de estrés hídrico. Dependiendo la zona, entre un 5% y un 15% del área se encuentra bajo las condiciones descriptas y las necesidades hídricas se van incrementando. Respecto a la fenología, los cultivos más adelantados ya están encañando, mientras que el grueso están atravesando la etapa de macollaje. Serán determinantes los acumulados que se presenten en las dos semanas siguientes, para poder sostener el potencial de rendimientos.
Moviéndonos más hacia el sur, remarcamos el sudeste de Buenos Aires que, más allá de que no han sido registros abundantes, ha recibido aportes pluviales de forma regular. Por lo tanto, logra retener la humedad en suelo oscilando en niveles de adecuados a óptimos. El trigo presenta un muy buen estado general, aunque todavía con escaso crecimiento. Aproximadamente la mitad del área implantada se encuentra iniciando el macollaje. Incluso, hasta principios de mes se estaban realizando las últimas incorporaciones.
En cuando al sudoeste de Buenos Aires, se hacen más extensiva la superficie bajo deficiencias hídricas, tanto en las capas superficiales como en profundidad. Los cuadros están atravesando las etapas iniciales de macollaje, salvo una pequeña proporción que está emergiendo, exhibiendo condiciones de buenas a regulares según la zona. Recién ayer por la tarde se registraron las primeras precipitaciones del mes, siendo necesarias para impulsar el desarrollo de los cultivos.
En el cuadro siguiente detallamos la composición de la siembra de acuerdo a las franjas norte, centro y sur del área agrícola. En el mapa contiguo, cuantificamos la condición del cultivo para cada una de las regiones agrícolas, comprendiendo aquellos lotes en estado normales, buenas y excelentes.